jueves, 10 de julio de 2008

Proyecto Traducción Wallace Stevens

"THE MAN WITH THE BLUE GUITAR", WALLACE STEVENS
EDITORIAL ALDUS, S.A., 2° ED; 1993
MEXICO D.F., MEXICO

‘I

El hombre se inclinó sobre su guitarra,

Un trasquilador cualquiera, el día estaba verde

Ellos dijeron, “Tiene una guitarra azul,

Usted no toca las cosas como son.”

El hombre respondió, “Las cosas comos son

En la guitarra azul se alteran.”

Y dijeron después: “Sin embargo, toque, debe usted,

Una canción fuera de lo que somos, siendo los mismos

Una canción en la guitarra azul

Sobre las cosas tal como son.


II

No puedo atraer un cosmos bien redondo,

Sin embargo lo arreglo como puedo

Canto una testa de héroe, de visión enorme

Y barba de bronce, pero no a un hombre,

Aunque lo arreglo como puedo

Y casi llego por medio de él al hombre.

Si trovar acerca del hombre

Es no acertar, por ello, las cosas como son,

Piensa que es la serenata

De un hombre que toca una guitarra azul.



III

Ah, pero tocar al hombre primero,

Hundir la daga en ese corazón,

Desplegar su cerebro en la tabla

Y quitar de él los colores ácidos,

Clavar su mente transpuesta en el portal,

Sus alas totalmente expuestas a lluvia y nieve,

pulsar sus vívidos gritos,

tañir su tic, su tac, tornarlo real,

Lanzarlo desde un feroz azul,

Repicando el metal de las cuerdas…


IV

¿Con que eso es la vida: las cosas como son?

En la guitarra azul toma su curso.

¿Un montón de pueblos en una cuerda?

¿Y todas sus cualidades en la cosa

Y todas sus cualidades, buenas o malas

Y todas sus cualidades, flacas o recias?

Las sensaciones llaman loca, astutamente,

Como zumbido de moscas en el aire otoñal,

Y así es la vida, entonces: cosas como son

Este zumbido de la guitarra azul.


V

No nos hable de la dignidad de la poesía,

De las antorchas encogidas en el subterráneo,

De la edificación de las bóvedas con una punta de luz.

No hay oscuridad en nuestro sol,

El día es anhelo y la noche es sueño.

No hay oscuridad en ningún lugar.

La tierra, es plana y desierta.

No hay oscuridad. La poesía

Excediendo a la música debe tomar el lugar

Del cielo desalojado y sus himnos,

Nosotros mismos en la poesía debemos tomar su sitio,

Aun en el parloteo de su guitarra.


VI

Una canción fuera de lo que somos,

No convertida por la guitarra azul;

Nosotros en la canción como en un espacio,

Aunque nada se ha transformado, sino el sitio

De las cosas como son y solo el sitio

Mientras las toca, en la guitarra azul,

Dispuestas así, fuera del compás del cambio,

Percibidas en una atmósfera decisiva;

Decisiva por un instante, al modo en que

Reflexionar el arte parece decisivo cuando

La reflexión de dios es rocío evaporándose.

La canción es el espacio. La guitarra azul

Se vuelve el sitio de las cosas como son

Una composición de sentidos de la guitarra.


VII

Es el sol quien separa nuestras obras.

La luna nada separa. Es un mar.

¿Cuándo vendría yo a decir del sol,

Que es un mar; que nada separa;

Que el sol no separa ya nuestras obras

Y la tierra vive con hombres arrastrados,

Pisones mecánicos nunca calentados del todo?

¿Y me erguiré en el sol, como ahora

Me yergo sobre la luna y lo llamaré bueno,

El inmaculado, el piadoso bien?

¿Distinto de nosotros, de las cosas como son?

¿No ser parte del sol? ¿Permanecer

Apartado y llamarlo piadoso?

Las cuerdas frías en la guitarra azul.


VIII

El activo, florido, rígido cielo,

El humectante relámpago que retumba,

La mañana inundada aún por la noche,

Las nubes tumultuosamente lúcidas

Y el tacto grave en cuerdas frías

Esforzándose hacia coros apasionados,

Llorando entre las nubes, enfurecido

Por dorados adversarios en el aire-

Se que mi indolente, pesado tañido

Es como la razón en una tormenta;

Y sin embargo atrae la tormenta.

La detono y ahí la dejo.


IX

Y el color, el oscuro añil

Del aire, en el que la guitarra azul

Es una forma, definida pero difícil,

Y yo soy solo una sombra grotesca

Sobre las cuerdas, quietas como flechas,

El autor de algo aún por hacer;

El color como una reflexión que brota

De un antojo, el trágico manto

Del actor, un poco de su aspecto, un poco

de su habla, el vestido de su intención, seda

Mojada con sus palabras melancólicas.

El clima de su teatro, él mismo.


X

Erige purpúreos pilares. Suena campanas

Y truena los vacíos repletos de estaño.

Lanza pergaminos a las vías, herencias

De los difuntos, magníficos en sus sellos.

Y los preciosos trombones- contempla

La llegada de aquel a quien nadie se fía,

A quien todos creen que todos creen,

A un pagano en un carro barnizado.

Timbalea en la guitarra azul.

Inclínate desde la torre. Grita a viva voz

“Heme aquí, mi enemigo, quien

Te hace frente, soplando los tersos trombones,

Aún con un poco de miseria

En el fondo, un poco de miseria,

Siempre el preludio de tu fin,

El golpe que derriba hombres y rocas.






XI

De a poco la enredadera en la piedras

Se convierte en las piedras. Mujeres se convierten en

Las ciudades, niños se transforman en los campos

Y hombres en oleadas se vuelven la mar.

Es la cuerda que simula.

El mar regresa sobre los hombres,

Los campos enredan a los niños, ladrillos

Son maleza y todas las moscas son atrapadas,

Sin alas y marchitas, pero aún vivas.

La disonancia solo aumenta.

Más al interior del oscuro vientre

Del tiempo, el tiempo crece sobre la roca.


XII

Tom-tom, c’est moi. La guitarra azul

Y yo somos uno. La orquesta

Llena el alto salón de hombres que tropiezan

Altos como la sala. El ruido orbitante

De la multitud disminuye, todo ya dicho,

Hacia su respiración que se tiende insomne de noche

Conozco ese tímido aliento. ¿Dónde he de

Comenzar y acabar? ¿y dónde,

Mientras rasgo las cuerdas, he de recoger

Aquello que se declara con solemnidad

No ser yo y, sin embargo,

Debe serlo. No puede ser algo más.


XIII

Las pálidas interrupciones hacia el azul

Corrompen la palidez… ay de mí,

Azules botones de sombrías flores. Confórmate-

Expansiones, difusiones- confórmate con ser

El embeleso pulcro del imbécil,

El heráldico centro del universo

Del azul, azul pulido con cien barbas,

El Adjetivo amoroso inflamado.


XIV

Primero un rayo de luz, después otro más, luego

Un millar radiantes en el cielo.

Cada uno es astro y órbita a la vez; y el día

Es el esplendor de sus atmósferas.

El mar cuelga sus rotos matices.

Las riberas son arropados bancos de neblina.

Se dice una lámpara alemana-

Una luz basta para iluminar la tierra.

La hace aclarar. Al mediodía aún

Ella resplandece en esencial oscuridad.

De noche, alumbra la fruta y el vino,

El libro y el pan, las cosas como son,

En el claroscuro donde

Uno se sienta y toca la guitarra azul.


XV

Esta pintura de Picasso, esta “pila

De destrucciones” ¿es una pintura de nosotros,

Ahora, una imagen de nuestra sociedad?

¿Tomo asiento, deforme, un mero huevo

Alcanzando la despedida en luna de cosechas

Sin haber visto la cosecha, ni la luna?

Las cosas como son fueron destruidas.

¿lo fui yo? ¿soy un hombre que ha muerto

En una mesa donde la comida está fría?

¿es mi pensar un recuerdo sin vida?

¿Es la mancha en el piso, allí, de vino o sangre

Y lo que fuera, es mía?


XVI

La tierra no es tierra, sino una piedra,

No es la madre que contuvo hombres caídos

Sino piedra y como piedra, no: no

La madre, sino un opresor y como

Un opresor que les envidiara su muerte,

Como envidia la vida que ellos viven.

Vivir en guerra, vivir en la guerra,

Rebanar el ceñudo salterio,

Mejorar los desagües de Jerusalén,

Electrificar las aureolas-

Coloquen miel en los altares y mueran,

Amantes que son amargos de corazón.


XVII

La persona posee un molde, pero no

Su animal. Los angelicales

Hablan del alma, de la mente. Es

Un animal. La guitarra azul-

Adonde sus uñas sostiene, sus colmillos

Articulan días desiertos.

¿La guitarra azul, un molde? ¿esa cáscara?

Bueno, después de todo, el viento norte sopla

Un cuerno, en el cual su triunfo

Es una lombriz componiendo en una brizna.


XVIII

Un sueño (por llamarlo un sueño) en el que

Yo puedo creer, de frente al objeto,

Un sueño ya no más un sueño, un algo,

De cosas como son, como la guitarra azul

Luego de mucho rasguearla en ciertas noches

Toca los sentidos, no de la mano,

Sino de los propios sentidos mientras tocan

El brillo del viento. O cuando llega el día,

Como luz reflejada en un peñasco,

Que se alza desde un mar que fue.


XIX

Si puedo reducir el monstruo a

Mi, y luego puedo ser yo mismo

Frente al monstruo, ser más que parte

De él, más que el monstruoso músico de

Uno de sus monstruosos laúdes, no estar

Solo, sino reducir el monstruo y ser,

Dos cosas, las dos juntas como una,

Y tocar del monstruo y de mi mismo,

O mejor no de mi mismo en absoluto,

Sino de ello como a su inteligencia,

Siendo el León en el laúd

Antes que el León confinado en la piedra.


XX

¿Qué hay en la vida más que ideas propias,

Buen aire, buen amigo, qué hay en la vida?

¿Acaso ideas en que creo?

Buen aire, mi único amigo, creer

Creer sería un hermano pleno

De amor, creer sería un amigo,

Más amigable que mi único amigo,

Buen aire. Pobre pálida, pobre pálida guitarra…


XXI

Un sustituto para todos los dioses:

Este sí mismo, no ese dorado ser en alto,

Solo, la sombra de uno exagerada,

Señor del cuerpo, mirando hacia abajo,

Como ahora y nombrado altísimo

La sombra de Chocorua

En un cielo más vasto, elevado,

Solo, señor de la tierra y señor

De los hombres sobre la tierra, noble señor.

El sí mismo de uno y las montañas de su tierra,

Sin sombras, sin esplendor,

La carne, el hueso, el barro, la piedra.


XXII

La poesía es el asunto del poema,

Desde esto se emana el poema y

A esto regresa. Entre los dos,

Entre emanación y regreso, hay

Una ausencia en la realidad,

Las cosas como son. O así llamadas.

Pero ¿están ellas separadas? ¿Es

Una ausencia para el poema lo que alcanza

Allí sus reales manifestaciones, verde de sol,

Rojo de nube, tierra que siente, cielo que piensa?

De ellos obtiene; quizás da

En correspondencia universal.


XXIII

Algunos arreglos finales, como un dueto

Con el sepulturero: una voz en las nubes,

Otra sobre la tierra, la una voz

De éter, la otra con olor a trago,

La voz de éter predominante, el bulto

De la canción del sepulturero en la nieve

Apostrofando las coronas, la voz

En las nubes serena y decisiva, cerca

El aliento refunfuñado, sereno y decisivo,

Lo imaginado y lo real, pensamiento

Y verdad, Dichtung und Wahrheit, toda

Confusión resuelta, como un estribillo

Que uno sigue tocando año a año,

Interesada en la naturaleza de las cosas como son.


XXIV

Un poema como un misal hallado

En el lodo, un misal para aquél mozo,

Ese estudiante ávido por aquél libro,

El mismísimo libro, o, al menos, una hoja

O, por lo menos, una frase, esa frase,

Un halcón de vida, esa frase latina:

Saber: un misal para la visión anidada.

Toparse aquél ojo de halcón y vacilar

No ante el ojo sino ante la dicha de ello.

Toco. Solamente esto es lo que pienso.


XXV

Soportó el mundo en su nariz

Y así hizo una mueca.

Sus mantos y símbolos, ai-yi-yi-

Y así volteó el asunto.

Sombríos como abetos, líquidos gatos

Se movían por el pasto en silencio.

Ellos no sabían que el pasto los rodeaba.

Los gatos parieron gatos y el pasto se volvió gris

Y el mundo concibió mundos, aí, así:

El pasto se puso verde y el pasto se volvió gris.

Y la nariz es inmutable, así.

Las cosas como eran, las cosas como son,

Las cosas como serán pronto…

Un grueso pulgar arranca ai-yi-yi.


XXVI

El mundo se bañaba en su imaginación,

El mundo era una costa, ya sonido o forma

O luz, el vestigio de adioses,

Roca, los ecos de una despedida,

Hacia los que volvía su imaginación,

Desde donde aceleraba, una barra en el espacio,

Arena colmaba las nubes, gigante que luchó

Contra el alfabeto cruel:

La multitud de juicios, el enjambre de sueños

De inaccesible Utopía.

Una música montuosa siempre parecía

Caer y desvanecerse.


XXVII

Es la mar que nieva los tejados.

La mar se mueve por el aire de invierno.

Es la mar que origina los vientos del norte.

La mar está en la nieve que cae.

Esta sombra es la oscuridad de la mar.

Geógrafos y Filósofos,

Pongan atención. Excepto por esa copa salada,

Excepto por los dientes de hielo en el tejado-

La mar es una forma de burla.

La ocultación de los glaciares satiriza

Al demonio que no puede ser él mismo,

Que viaja para salirse de la escena mutable.


XXVIII

Soy originario de este mundo

Y en él pienso como un nativo piensa,

“Gesu”, no originario de una mente

Pensaba lo que llamo mis pensamientos,

Nativo, un originario de este mundo

Y como ser natural que piensa en él.

No podría ser una mente, la ola

Donde flotan húmedos pastos

Y, con todo, están quietos como fotografías,

El viento donde hojas muertas soplan.

Aquí inhalo una profunda fuerza

Y según yo soy, hablo y me muevo

Y las cosas son como pienso que son

Y las digo como son en la guitarra azul.


XXIX

En la catedral, me sentaba ahí y leía,

Solo, una revistilla y dije,

“Estas degustaciones en las cúpulas

Oponen el pasado y la ceremonia,

Lo que existe fuera de la catedral, exterior,

Se equilibra con cantiga nupcial.

Así es sentarse y equilibrar las cosas

Para y hasta y al punto de quietud,

Afirmar que una máscara es semejante,

Decir que otra es similar

Saber que el equilibrio no descansa del todo,

Que la máscara es extraña, aunque semejante”

Las formas son erróneas y los sonidos falsos.

Las campanas son bramido de toros.

Pero el Vestido Franciscano nunca fue

Tan él mismo como en este fecundo vitral.


XXX

Desde aquí desplegaré un hombre.

Esta es su esencia: la vieja marioneta

Colgando su manta sobre el viento,

Como una cosa en el teatro, resoplada,

Sus contoneos educados por siglos.

Al final, a pesar de sus modales, su ojo

Un gallo en el travesaño sobre una vara

Sosteniendo cables cargados, arrojó

A través de Oxidia, suburbio banal,

La mitad de todas sus cuentas pagadas.

Sutil rocío tramposo, deslumbrando

Desde encostradas pilas sobre máquinas.

Ecce, Oxidia es la semilla

Desprendida de su vaina ambarina,

Oxidia es el hollín del fuego,

Oxidia es Olimpia.



XXXI

Cuán largo y tarde duerme el faisán…

Señor y empleado compiten,

Combaten, componen su raro asunto.

El espumante sol va a ebullirse,

Brillo de primavera y chillido de gallo.

El señor y el empleado escucharán

Y su asunto continuarán. El chillido

Apretará la espesura. No hay lugar,

Aquí, para la alondra firme en la mente,

En el museo del cielo. El gallo

Va a agarrar sueño. El día no es sol,

Es esta postura de los nervios,

Como si un embotado músico cogiera

Los matices de la guitarra azul.

Tiene que ser esta obra o ninguna,

La composición de cosas tal como son.



XXXII


Arroja lejos las luces, las definiciones,
Y habla lo que ves en la oscuridad

De que es esto o de que es aquello,
Pero no uses los nombres corruptos.

¿Cómo deberías caminar en ese espacio y saber
Nada del delirio del espacio,

Nada de sus graciosas producciones?
Arroja lejos las luces. Nada debe interponerse

Entre ti y las formas que tomas
Cuando la costra de formas ha sido destruida.

¿Tú como eres? Tú eres tú.
La guitarra azul te sobrecoge.


XXXIII

El sueño de esa generación, embrutecido

En el barro, en la luz mugrienta de día lunes,

Eso es, el único sueño que conocían,

El tajo final del tiempo, no el tiempo

Por venir, disputa de dos sueños,

Aquí está el pan del tiempo por venir,

Aquí está su efectiva roca, el pan

Será nuestro pan, la roca será

Nuestro lecho y en la noche dormiremos.

En el día nos olvidaremos, a no ser por

Los momentos cuando elegimos tocar

El pino imaginado, el ave imaginada.



La versión sobre la que se trabajó fundamentalmente es la traducida por Miguel Angel Flores, en la edición citada al comienzo. Luego se retroalimentó con una versión online del centro virtual Enrique Eskenazi ubicada en esta URL: http://homepage.mac.com/eeskenazi/guitarra.htm
El proyecto lleva 2 años de inconstante gestación y se buscó con él fundamentalmente nutrir los versos de un ritmo que espero que haya logrado una acertada tonalidad. Lograr reflejar la profundidad de las imágenes de Wallace Stevens, también fue un preciado fin en los textos, ya que de las versiones mencionadas, a mi juicio, abundaba la traducción literal, más débil en sentido poético.
Espero poder enriquecerme con los comentarios que aquí publiquen. Me pongo a prueba.
Hay una negrita que no me conforma, dejo abierto a sugerencias (El verso en inglés es: do i sit, deformed, a naked egg).

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